La duquesa y las perlas by Amelia Grey

La duquesa y las perlas by Amelia Grey

autor:Amelia Grey
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romántico
publicado: 2010-08-09T22:00:00+00:00


Susannah le dio las buenas noches a la señora Princeton y despachó a su doncella en cuanto le hubo desabrochado el vestido y la ropa interior. No tenía ninguna duda de que ninguna de ellas se despertaría durante la noche.

Tras dejar abierta la puerta de la calle para que Race pudiera entrar, Susannah empezó a sentirse ilusionada y ansiosa. Fue a su dormitorio, encendió una vela que dejó sobre el tocador y otra que dejó junto a la cama. Estaba nerviosa pero emocionada, calmada pero impaciente. Nunca en su vida se había sentido mejor. Race la había cautivado como ningún otro hombre lo había hecho. Creía de corazón que lo que estaba haciendo era lo correcto.

Con manos temblorosas, se puso una camisa blanca de algodón que le llegaba por encima de las rodillas y luego se sentó en el tocador. Se estaba quitando las horquillas y los lazos del pelo cuando escuchó un suave toque en la puerta.

Por el espejo, observó que el pomo de la puerta giraba y ésta se abría. Race entró y lentamente cerró la puerta. Ella escuchó que él pasaba el pestillo. Todavía llevaba su atuendo de aquella noche. Se giró y lo miró.

—No le ha costado nada —dijo ella.

—Tenía miedo de que cambiara de opinión, y mis ganas de estar con usted me han hecho apresurarme.

Susannah sonrió y le abrió los brazos. Race se apresuró hacia ella, la tomó en sus brazos y enterró su cara en la calidez de su cuello.

—Hmm, qué bien huele —dijo aspirando fuertemente mientras la abrazaba.

—Me alegro de que no esperara. El alba llegará antes de que nos demos cuenta.

Él la dejó en el suelo. Ella se puso de puntillas y le quitó el pañuelo de cuello mientras él se quitaba la chaqueta. Él se desabrochó el chaleco y lo tiró a un lado. Se levantó la camisa y se la quitó por encima de la cabeza. Sus manos recorrieron la cálida y firme piel de su espalda y sus hombros. Le encantaba la sensación de tocar sus duros músculos. Pasó sus manos por su lustroso y ancho pecho mientras Race se desabotonaba los pantalones.

Susannah pasó sus fríos labios por su cálido cuello. Él gimió. Ella sonrió al sentir que él temblaba con sus caricias. Qué maravilla que pudiera lograr ese efecto simplemente besándole la piel.

—Susannah —susurró con voz ronca. Rodeó su pequeña cintura con las manos por un momento y luego descendió hasta sus caderas y la acercó a él, hasta dejarla pegada a esa parte dura de su cuerpo que emergía bajo los pantalones desabrochados.

Él agachó la cabeza y buscó su boca para darle un beso tan tierno que la llevó al paraíso. Levantó la cabeza levemente para mirarla a los ojos. A pesar de que no dijeron una palabra, ella entendió que él le daba una oportunidad más para cambiar de opinión, para echarlo del cuarto o para decir que había cometido un error. Pero Susannah no tenía intención de hacer eso. En su vida nunca había estado más segura de algo.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.